La Huasteca Potosina.
Una de las cosas que más me gusta como saben es viajar, aprovecho cada centavo que puedo en el primer viaje que encuentro, en serio creo que tengo un problema; dedico parte de mi tiempo en internet en buscar ofertas para cualquier destino. Y una de las preguntas que siempre me hacen es ¿por qué no conoces primero tu país antes de salir? Y pus no estoy de acuerdo, creo que te nace el amor por viajar cuando empiezas a explorar tu país, pero creo que sería imposible conocerlo todo antes de poder salir, para cuando termine, seguro ya no tendré la edad ni la energía para salir de México y en segundo lugar, porque salir del país nos obliga a ser aventureros a oler, escuchar, probar y conocer otras culturas completamente diferentes a la nuestra o no.

Amo México y como mexicano lo llevo a cualquier parte orgulloso, es
increíble ver como le cambia la mirada a cualquier extranjero cuando le
dices que eres de aquí, y con lo feo que está el mundo, creo que no es
tan mala idea darme un tiempo para descubrir algunos lugares que me
faltan de México, porque me da pena decir que no conozco Chiapas, pero
sí he ido a Londres dos veces. El caso es, que aproveché la semana santa
como Godínez que soy y decidí salir de mi zona de comfort e ir a la
Huasteca Potosina, sí, un oasis selvático en lo profundo de la sierra.
De galán de balneario. |
Después de ahí nos dirigimos a las
cascadas de Tamasopo, un conjunto de espectaculares caídas donde casi
muero, que estoy seguro que estaban muy bonitas debajo de todo el
Balneario que se montaron ahí, no es queja, yo estaba ahí también porque
tenía vacaciones, pero mínimo normas básicas de civilidad.
Cerramos el día con el puente de dios, unas fosas en lo profundo de la
montaña que ahí si la verdad fue cuando dije, que que pinches bonito
esta la Huasteca, muy recomendable si son de los que gustan de aventarse
a fosas sin razón aparente.
Regresamos exhaustos, sin saber que al otro día pasaríamos más de 3
horas formados para entrar a el castillo surrealista de Edward James, un
loquito que se le ocurrió construir un jardín escultórico en la
barranca; son pocos los lugares que me han dejado sin aliento, de lo
bizarros e increíbles que son y este es uno de ellos, neta yo quiero de
lo que se fumó este señor y su dinero para tener el
ingenio de construir Nunca Jamás, en el País De Las Maravillas, en medio
de la Tierra Media, sí un lugar tienen que visitar de México, les ruego
que sea este, la naturaleza y la arquitectura son impresionantes y no
sólo eso, se sentirán encerrados en una fantasía que ni a Disney en
ácidos se le hubiera ocurrido.
Para cerrar el día nos dirigimos al sótano de las huahuas, que no es más
que la entrada al infierno de Dante donde reposan miles de golondrinas y
periquitos, lo impresionante de aquí no es la cueva, sino ver como
miles de golondrinas entran al anochecer, vale la nena la subida y bajar
completamente a oscuras entre luciérnagas; soy antiexperiencias
naturales y más cuando no cuento con señal, pero la desconexión de estos
lugares te hacen valorar la evolución y decir, demonios ¿cómo le hacían
antes?
Concluimos
nuestro viaje visitando la cascada de Micos, otro paraíso dominado por
Oaxtepec, lo bastante grande que logramos perdernos entre sus ríos y
tomar varias fotos para Instagram obviamente.
Como les dije al principio, me quiero tomar el tiempo para conocer todos los lugares que ofrece México además así como está el dolar jajaja definitivamente les recomiendo que visiten la Huasteca no en Semana Santa, pienso regresar porque me faltaron varios lugares, me atrevería a decir que es uno de los lugares más bonitos que esconde México y con toda la ondita para que se desconecten completamente de la rutina.
PS. Neta que gustos de aventarse clavados ¿me explican?
PS 2. #VisitMéxico
PS 3. Les dejo el vídeo del primer día.